La música convierte un momento en poesía
Y que decir de las canciones, de la música que nos acompaña,
que marcan nuestras vidas, sellan etapas e inauguran y les dan la bienvenida a
otras.
La música nos envuelve, a veces en nuestra memoria
percibimos un leve sonido, lejano… que empieza a instalarse en nuestra cabeza
como un murmullo que va creciendo cada vez mas y mas, hasta hacerse totalmente nítido
y ya no solo se apodera de nuestra cabeza, en instantes también del corazón,
dando luz a un momento, a un día, a un encuentro, a una tarde de otoño, a ese
tren que nos aleja de lo que ya sabemos que siempre será algo para recordar.
Como dijo Aristóteles “la música purifica las pasiones y
provoca en los humanos una alegría inocente y pura” y Pitágoras la definió como
“ese alimento del alma”
Canciones que expresan por nosotros lo que sentimos, lo que
pensamos, esas canciones de las que te apropias, las haces tuyas, porque reflejan nuestro estado emocional, de
alegría, de amor, de fragilidad, del dolor de un adiós, de la dulzura de un
recuerdo lejano… y nos da la impresión de que su autor miro a través de
nuestros ojos, escruto nuestras entrañas y así las creo.
Aquellas que expresan por nosotros lo que no queremos o no
nos atrevemos a decir, por pudor, por timidez, por orgullo, por no hacer daño…
o por razones que ni nosotros mismos llegamos a entender.
Canciones que nos recuerdan los primeros besos, primeros
abrazos, primera cerveza, primer cigarro, primeros encuentros ya lejanos,
noches de locura, noches de soledad, lugares…
Canciones de cuando éramos niños y jugábamos en la calle al
corro, a la comba, al tejo, a ciminicerra… mientras nuestros mayores estaban
sentados en sus sillas de anea en la puerta, en las noches de primavera y
verano.
Canciones con las que protestábamos cuando éramos muy
jóvenes, y alzábamos la voz para revelarnos contra el régimen social y político
de aquel momento, de otra época.
Son tantas las canciones que nos hacen vibrar, que nos
erizan la piel, que nos evocan una sonrisa o una lagrima, un “te extraño”, o… ¡todo
a la vez¡
Aun estoy pensando… ¿con
cual me quedaría? Pero no puedo, ni quiero quedarme solo con una porque tengo
la suerte de tener tantas como momentos hilvanaron hasta convertirlos en poesía.
Las canciones cuantos recuerdos nos traen. Cada una de ellas nos marca un momento de nuestras vidas y cuando la escuchamos nos traslada a ese momento. Un abrazo
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