El color de la nostalgia en otoño



Hay días, en los que quisiera dominar el arte de la pintura, y poder captar la belleza que en un instante te envuelve, captar los colores del otoño, el leve balanceo de las hojas al desprenderse del árbol, el tibio sol al caer la tarde, el brillo de una mirada, el olor a madera de una cabaña y el repiquetear de las llamas en la chimenea, el aire empapándose de palabras, besos, juegos y risas, las huellas que dejamos en la tierra húmeda, el intenso aroma del café que anima la conversación en las tardes frías… 
Para muchos la estación en que la nostalgia lo envuelve todo, pero no de color gris, sino con la belleza que le dan todos los colores ocres y brillantes del otoño, esa nostalgia anhelada que da paso a sonrisas y alegrías, el campo amanece perezosamente, mientras yo imagino que la ciudad ya se ha puesto en movimiento, con las farolas a punto de apagarse para dar paso a unos tibios rayos de sol que poco a poco se abrirán paso entre las nubes, días en los que los paraguas harán del paisaje urbano un lienzo de Renoir. 

Tantas las cosas que lo llenan, que son innumerables, y aunque lo fueran yo no podría describirlas ni detallarlas porque tampoco domino el arte de la literatura.
Pero quisiera dibujarlo, pintarlo, porque soy consciente, que al alejarme, al dejarlo atrás, la mente como si astigmatismo tuviese, con el paso del tiempo los volverá borrosos.



(Como dijo 
Antonio Muñoz Molina:” El arte te enseña a mirar: a mirar el arte y a mirar con ojos más atentos el mundo. En los cuadros, en las esculturas, igual que en los libros, uno busca lo que está en ellos y también lo que esta mas allá…")

Comentarios

  1. Muy bonito! Me encanta el otoño! El arte puede enseñarnos a sentir la vida misma, en sus múltiples formas de hacer arte!

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  2. En mi pais no ha 4 estaciones solo verano e invierno por lo que encanto este post y sus palabras

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  3. Precioso, a todos nos gusta capturar esos momentos, yo lo hago con las fotografías y con las palabras. De otra manera no sé. Ya me gustaría a mí pintar bien.
    Un besillo.

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  4. pintaste en palabras el otoño, y al hacerlo, recordé que nací en un otoño permanente; una vereda de Colombia.

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  5. Pues para no dominar el arte de la literatura lo has bordado. Precioso.

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  6. Aunque se produce un cambio de color en las hojas de árboles de hojas caducas, el cambio de color del follaje se observa más en diversas regiones del mundo como son América del norte, este de Asia (incluyendo China, Corea y Japón), Europa, la Patagonia, Australia oriental y la isla sur de Nueva Zelanda.Cerrajeros barcelona

    Japón, Canadá y Nueva Inglaterra son destinos muy populares para observar el follaje otoñal

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  7. Me han dejado este comentario, y me ha encantado. Gracias josep Turu.
    Hay unos seres (humanos, dicen, algunos) que viven desde el naciiento hasta la muerte en un eterno otoño. No está claro se eso les ocurre por algún defecto genético, por una retorcida maldición o, simplemente, porque así lo decidieron en algún momento temprano de su vida o ya en el seno materno. Esos seres son llamados en ocasiones y por otros que les son similares aunque no sufren esa monocordia otoñal como Melancólicos. Y, si uno mira en la historia del arte -ese del que tan bien hablas en tu mágnífico blog, que recomiendo entusiásticamente desde aquí a todos- puede comprobar que en las huestes de los artístas, en su ejército de belleza y pasión, los Melancólicos han sido muchos. Claro que también hay otros artistas, igual de válidos, igual de hermosos, que viven en una perpétua Primavera y en Verano. Pero esos no son mis melancólicos, no. (bueno me interrumpen: estoy en el trabajo escribiendo sobre arte y melancólia)  Así que lo dejo así, y te mando un fuerte abrazo. Josep turu.

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  8. Maravillosas palabras que las pintas acorde con esa estación de colores ocres amarillos y rojizos. Un abrazo

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  9. Asi es. Cada cosa. Imagen. Momento tiene su mencanto. O desencanto tambien. Depende de como estemos de animo. Sucede que por ahi hay dias que nos levantamos mejor, alegres, con ganas de hacer cosas. Y otros mas bajoneados, sin ganas, maldiciendo las obligaciones que uno tiene y no lo dejan dormir un poco mas. Tambien depende en las circunstancias en que se miren. No es lo mismo mirar la ciudad un dia cualquiera en la semana corriendo al trabajo, estudio o lo que fuere para no llegar tarde o luego volver cansados de tanta actividad que algun Sabado, Domingo o dias feriados donde tenemos todo el tiempo del mundo para contemplar mas tranquilos lo que ocurre a nuestro alrededor. No se. Cosas que siento yo. Te mando un abrazo

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