REPASANDO I
Hace casi cuatro años de esta entrada (https://hilvanandomomentos.blogspot.com/2015/01/el-placer-del-dia-dia.html)¡tan pobre! Cuantas veces
he estado tentada de pulsar el botón “eliminar” (hay muchas otras que no se
libran de esta tentación)
Sigo odiando madrugar (será porque está asociado con el
invierno que me parece una estación demasiado larga), aromatizando las mañanas
con olor a café e invadiendo el aire por los sonidos que salen de la radio,
ahora noticias, en eso si he cambiado, porque rara vez veo la televisión, algún
domingo la película de versión española y porque no hay anuncios, esos que te
presentan un mundo de mujeres eternamente jóvenes de cuerpos perfectos, hombres derrochando
estilo, niños que nunca lloran y a los que el aparatito les roba la infancia. Está
claro que su contenido no me parece lo suficientemente interesante y siempre
encuentro opciones más creativas como leer un libro junto a la chimenea, una cerveza
bien fría cualquier día, un buen paseo…me da más placer.
Por lo demás, con muchos más quehaceres, eso sí, dicen que
saña con gusto no pica o algo así, pocas cosas han cambiado, asumiendo que en
esta vida no se puede dar nada por hecho, con la certeza de que no quiero pasar
por ella por encima, ni por debajo ni alrededor y lo más importante ¡sigo manteniendo una ilusión
infinita por las cosas cotidianas!
Nos obsesionamos con salir de la rutina, romper la
continuidad, como si esta fuese una trampa que te aboca al aburrimiento…y así
pasamos a estar ausentes en nuestra existencia, instalándonos en un vacío que nos
parece imposible de llenar… sin ver que la cotidianidad puede desbordarlo.
“La vida cotidiana,
en apariencia previsible, desmedidamente familiar, es la que encierra la
posibilidad de los grandes descubrimientos que rompen con la costumbre.” (S. Kovadloff)
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