DUERMES EN MI CORAZÓN
Te has marchado, así, sin avisar, de la noche al día, sin
esperármelo, sin tiempo a despedidas, y me dejas tristeza y lágrimas aderezadas
con rabia y mucha incredulidad, y te llevas ¡tanta ternura! Ternura que le daba
tanta belleza y sentido a mis días y nuestros paseos, paseos que créeme no son
lo mismo sin ti, hoy después de varios días me he atrevido a recorrer los
mismos caminos y cada oliva, cada piedra me hablaba de ti, mi mirada te ha
buscado, mis labios de han llamado y allí estabas, no físicamente como me
hubiese gustado, pero estabas.
No te preocupes, estoy bien, es solo que jamás
me imagine que llegaría este momento, que tu ausencia se instalaría tan pronto
frente a mi ventana, yo con mi taza de café, tu esperándome paciente, estoy
bien, alargando las jornadas, llegando tarde a casa, porque no hay motivo para
aparcar el cansancio y cambiar los tacones por las botas de pasear contigo,
estoy bien, llena de recuerdos, solo que duele que se hayan truncado, que no
haya más, ley de vida, tu ciclo más corto que el mío, espérame en ese lugar en
el que estés, yo que no soy creyente de nada, y ya ves espero que estés en uno
de un azul intenso y fresco.
Bajaste de mi tren, así, sin avisar, dando un
repentino salto, como si de un impulso se tratara, el tren siguió con tu hueco,
no te diré que difícil de llenar, eso no, estarás deseando que inunde a otro de
alegría, dame unos días y espérame en la parada de mi estación que el día de mi
bajada llegará, espero que tarde, pero llegará.
Aprenderé a pasar página sonriendo y gritando “puto
destino cruel” una vez más, como tantas veces…las lágrimas darán paso a las
risas y asumiré el final porque tuvimos un buen “en medio” y se lo afortunada
que soy de tener esta bonita colección de recuerdos, porque tu recuerdo se
acomodara con alegría y nostalgia a partes iguales entre todos los que dan
sentido y belleza a mis años
Me queda la satisfacción de que te di una
mejor vida, cuando nos conocimos estabas muy solo, y sé que mi llegada inundo
tu corazón de alegría, me queda que no tuviste dolor, ni sufrimiento, solo te
dormiste para no despertar, se cerró esa mirada azul rebosante de ternura y
bondad, esa que se lleva un trocito de mi alma.
No te has ido, simplemente duermes en mi
corazón...
Saudade es esto que sentí mientras estoy
escribiendo...
Como dijo Machado por unos días el campo se
queda mudo y sombrío...
Entre las flores te fuiste. Entre las flores
me quedo (Miguel Hernández)
Como dices,... "no te has ido, simplemente duermes en mi corazón..." pero se les nota en falta ¿verdad?
ResponderEliminarUFF ¡NI TE IMAGINAS CUÁNTO! Un abrazo
Eliminar