No sacrifiquemos el momento
Paseando hoy con mi perro, me cruce con una niña que iba con su madre, la niña dijo: tiene los ojos azules ¡mira mama, mira los ojos del perro que bonitos, la madre la cogió de la mano y tiro con fuerza, vamos, vamos, que es tarde y llegara tu padre y no estará la cena, y tienes que ducharte, y… la niña aun así, me miro y me sonrió.
Y pensé, que pena, siempre corriendo, siempre con prisas, siempre deseando lo siguiente, de niños deseando ser mayores, empiezas el colegio deseando ir al instituto, empiezas el instituto deseando ir a la universidad o trabajar, que es lunes deseando que llegue el viernes, te levantas y no ves el momento de que acabe el trabajo…. siempre el siguiente paso.
Y no nos conformamos con eso, por si fuera poco, siempre haciendo mil cosas a la vez, paseando y organizando mentalmente la agenda o mirando por el móvil los mail y contestándolos, en el trabajo pensando en el hogar, en el hogar pensando en el trabajo...
¿A dónde nos lleva todo esto?
¿Qué perdemos cuando no nos paramos un instante a mirar los ojos azules de un perro, o unas flores, o una puesta de sol, o un artista callejero, o…?
¿Qué perdemos cuando no nos paramos un instante a mirar los ojos azules de un perro, o unas flores, o una puesta de sol, o un artista callejero, o…?
Me ha encantado. Soy mucho del vivir del momento, de no pensar en lo que puede pasar mañana, de no darle vueltas a los problemas que vayan a surgir. Y aun así a veces la mente nos juega malas pasadas. Me ha gustado mucho. Un besillo.
ResponderEliminarGracias, yo tambien soy del aqui y ahora...¡del momento¡
EliminarUn abrazo enorme¡
Se debería pensar en el momento y disfrutar de cada instante, pero el futuro nos ciega y a veces no nos deja ver más allá. Hay que recordar el pasado y vivir sólo los momentos de rosa. Los amargos sólo hay que utilizarlos para que no vuelva a ocurrir. Un abrazo
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