Tumbada en la arena de la playa, acunada por el murmullo de las olas, encontré la calma que acalla la tempestad, consciente de que, en una dosis alta, no la soporto. Hui hacia adelante y no quiero volver a lo que conocí. Atrás quedaron las personas que no podré olvidar en toda la vida, pero a la mayoría he dejado de quererlas. Otras, cercanas ahora las empujaron a un rincón para ocupar su hueco. Brindaremos los que no pertenecemos a nadie, los genuinamente libres, los que fuimos capaces de deshacer de forma natural los vínculos con una realidad que, aun siendo satisfactoria no nos llenaba. No etiquetamos, no juzgamos, no pretendemos que todo salga a “nuestro gusto” porque no somos el puto ombligo del mundo. Los que variamos la trayectoria, lo que un día teníamos firmemente pensado y como suele ocurrir a veces se produce el milagro y los planes imprevistos salen mejor que los que teníamos previstos. Al lado del mar, las tres imágenes viven en armonía: la pública, la que mostra...
"Ya ves, a veces me canso de mí y de no tener el valor para buscarte y cometer todo delito que este amor exija. ¡Quieta ahí, tus labios o la vida¡ (Ismael Serrano) Ese Manuel es un buen tipo, decía la gente, y lo era. Era un hombre alto y fuerte, siempre lo bastante activo como para que su cintura aún no se hubiera puesto rolliza, de pelo entrecano, manos fuertes y rostro afable. Le gustaba su trabajo, la cafetería funcionaba bien y a él le gustaba el contacto con la gente que pasaba por allí, café y tostadas para los que iban de camino al trabajo, cervezas y tapas para los que hacían un alto en su quehacer diario, charlaba y bromeaba con ellos, sin cansarse nunca de los mismos rostros que le frecuentaban día a día. Aunque no era la vida que había planeado años atrás, el sueño de una exitosa carrera empresarial, la oportunidad de ir a la universidad que se quedó en una opción, pero las cosas a veces ocurren de un modo distinto a lo que esperas. No se casó y no p...
Estaba haciendo limpieza en todo mi material de trabajo, tantos apuntes, esquemas, ejercicios, exámenes, tanto acumulado de tantos años, muchos ya no los utilizo, están obsoletos y cuando los voy a eliminar, ese mensaje ¿está seguro que desea eliminar el archivo? Y entonces, la duda, ¡tanto trabajo¡ a pesar de que se que es inservible y si alguna vez vuelvo al tema tendré que reestructurarlo entero para que sea eficiente… Y eso me hizo pensar que e n la vida es igual, llega el momento de cerrar puertas, sobre todo (o quizás debería decir únicamente) cuando hay etapas que no te dejan avanzar, te inmovilizan, te estancan, pero no se trata de dar un portazo (léase portazo como sinónimo de ira, rencor, culpabilidad…), lo ideal y algunas veces difícil, lo sé, es cerrar con suavidad, con amabilidad, sin un hasta luego (el eterno por si acaso) simplemente con un adiós, y si no es algo doloroso con un fue bonito mientras que duró, y preparada con un hola a la esperanza, a lo ...
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