hilvanando palabras

  Que no te comprenden, que no te comprendo, yo que soy demasiado tolerante, tú que rechazas a todos los que te contradicen, cuando no comparten tus opiniones, confundes comprender con dar por buena tu conducta y no es lo mismo. No quiero meterme pero es que tampoco puedo permanecer en silencio cuando veo con cuanta ligereza y facilidad te desprendes de todo lo hermoso y bueno que podrías tener. Te crees con los más sublimes de los derechos, y solo se puede pedir algo ya sea pequeño o insólito si se es capaz de ofrecer algo similar, en el fondo estás desvalida y lo peor es que eres deshonesta no con los que te rodean sino contigo misma. Si admitieras tus errores, tus equivocaciones, tendrías un buen trecho del tortuoso camino recorrido, si tortuoso, te has metido en él y ahora toca avanzar, retroceder no es una opción, pero no solo no lo intentas sino que pones increíbles excusas y culpabilizas a otros, al destino, a los astros, al hambre en el mundo, el “soy rebelde porque el mu

  ¡ EXISTÍAN LOS ABRAZOS !   Abrazos que mejoran el ánimo. Abrazos que diluyen la tensión. Abrazos de ¡que orgullosa estoy de ti! Abrazos de ¡Cuánto te he echado de menos! Abrazos de despedida que esconden un quédate conmigo. Abrazos de seguro que te saldrá bien...o no, pero yo estaré aquí. Abrazos acompañados de baile para compensar el tiempo que he pasado sin verte. Abrazos que nacen tristes sabiendo que serán el ultimo, un “The End” de una bonita historia. Abrazos en los que se impone el silencio ante la impotencia de no poder   eliminar tanto daño que te han hecho. Abrazos en los que unas manos aferradas a la espalda buscan el perdón, y las otras indecisas no saben si podrán dárselo. Abrazos que son un refugio, en esos días de sol brillante y cielo de azul despejado, pero tu vives inmerso en una tormenta. Abrazos que te miran a los ojos, que no dicen nada y te hacen sentir todo,   que borran las dudas y curan las heridas, que no necesitan respuestas porque

  Después de tantos años de ausencia la habitación permanecía igual, durmió en ella unas cuantas noches y el tiempo pasado (detenido allí, anclado al papel pintado de las paredes), le propino un pellizco de melancolía en las mejillas diluyendo en un par de furtivas lagrimas discusiones y reproches e imponiendo una versión con menos fidelidad de lo vivido.. El presente solo se vuelve   sombrío si al recordar el pasado se hace insoportable la realidad de este. Lagrimas de tristeza, lagrimas de rabia, lagrimas de arrepentimiento, lagrimas de perdón, lagrimas de felicidad. Muerte y vida, dolor y dicha, condenada y bendecida. Después de este corto vía crucis ahí lo tenia de nuevo, el mundo de la poesía y de la música, atrás quedo el de la angustia y los tapujos, un mundo tan tentador y deseado como ajeno e inseguro.   Días   en los que lee sin asimilar el contenido, pinta sin color, escribe sin verbos, días en los que solo recupera la sonrisa con un largo paseo por los campos de oli