OLORES.
Hoy mi casa no huele a camas recién hechas, ni a ropa sin
planchar, hoy la invaden olores que vienen para grabarnos en el corazón esta
tarde de primavera, de esas que siempre serán para recordar. Y yo quisiera
describirlos, pero es imposible ¡es un olor¡ ese que me trae una copa de vino blanco,
aquel otro que provoca un manotazo con risas porque en mi salsa no se mete el
dedo.
Destapo el tarro de sal y huelo el mediterráneo, a esos espetos de sardinas en su orilla con los cuerpos
húmedos aún cubiertos de arena y sal.
Hoy mi casa huele a otra casa, a casa de mi abuela, yo
remoloneando en la cama, aspirando el aroma e intentando averiguar que comeremos.
Destapo la botella de aceite y huelo a mi abuelo que entra
con las mulas, en cuyos serones rebosan las aceitunas de cornezuelo que
machacaremos después de comer a la sombra de la higuera.
Recojo el laurel y me transporta a aquella despensa de la
que cuelga tomillo, romero, pimientos, ajos, y en el suelo las orzas de barro
que atesoran las diversas viandas obtenidas con la matanza de ese invierno.
Muevo el arroz y al incorporarle la canela estoy en ese
horno de leña al que iba con mi madre hacer magdalenas unas veces y otras a asar
pimientos.
Olores que me recuerdan tantas sensaciones, tantos momentos
como espero que en un futuro os deleiten a vosotros, que no por cotidianos os pasen
desapercibidos.
Una aceituna mordida
ResponderEliminarle ha vuelto la vida
a todo tu sabor.
Maravillado
respiro y siento tu olor.
O yo deliro
o me corta tu filo
hasta el límite de la ilusión.
Como despacio
y alargo el espacio
entre el beso inicial
y el de adiós.
Siempre silvio 😉
EliminarMaravilloso, exquisito.... sublime.
ResponderEliminarGracias Jaime. Un abrazo.
EliminarHas logrado transmitir bastante bien esos olores.
ResponderEliminarUn saludo!
Gracias Mary. Un abrazo
EliminarHay que ver, digo, oler ;-) como los aromas nos transportan a otros momentos o evocan a otras personas, ¿verdad?
ResponderEliminarYo que soy muy de olores, me pasa continuamente cuando entro en mi casa (donde huele a limpio), la de mis padres (donde huele a comida casera recién hecha), la de mi hermano (donde huele a bebés,son dos)...
Un post muy bonito Ana
Besos
Tantos olores, como etapas de nuestra vida, momentos.... Gracias Chelo. Besos
EliminarMuy agradable de leer. Gracias.
ResponderEliminarGracias Edgard. Un abrazo.
EliminarBellisimo¡¡¡
ResponderEliminarun placer conocerte,
tRamos
Gracias. Igualmente. Un abrazo.
EliminarEsto si es un verdadero lujo.
ResponderEliminarSi que lo es...
Eliminar;)
Hoy tu casa huele a la esencia de tu niñez
ResponderEliminarQué bonito recordar esos momentos, vividos y compartidos..
Me gustó mucho leerlo.
Te sonrío con el Alma
Gracias. Un abrazo
EliminarPrecioso!!!
ResponderEliminarGracias Elisenda.
EliminarUn abrazo
La pipirrana, la casa de los abuelos, el horno, los garbanzos fritos, los olores que presentan vivencias añoradas. Qué recuerdos. Saludos.
ResponderEliminarSuerte que tenemos de tantos olores que nos evocan maravillosos momentos. Un saludo Salvador.
EliminarQue maravilla esos olores, que recuerdos cuando en las cocinas de antaño se cocinaba a fuego de leña. Ahora las cocinas modernas solo huelen a las comidas que se preparan con cariño, y muchas casas a las comidas ya preparadas que ya no es lo mismo. Un abrazo
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