LAS TRES “D” Y UNA MAS
Descansar, desconectar y disfrutar, era mi propósito de esta semana de vacaciones. Añado una más: Desear.
Deseo seguir estando siempre ahí para lo bueno y lo malo,
con la certeza de que tendremos más de lo primero que de lo segundo, todo es
cuestión de apreciar, arriesgar y apostar por lo que realmente nos importa,
todos esos detalles que nos hacen sentir, nos hacen sonreír, olvidando los
miedos o enfrentándonos a ellos, entendiendo que es bueno dar pero también
recibir.
Deseo compartir café y tostadas mezcladas con besos,
haciéndote así un hueco en mi espacio y tiempo, ese que tanto reclamas, que ya
es hora, que sí, que no tuve que consultarlo con la almohada, porque esta no
paraba de hablarme de ti, porque esta vez no quiero quedarme en el camino,
espero haber llegado a tiempo.
Deseo recoger los frutos, yo que pensaba que me la jugué
contigo, cuando eras tú el que más arriesgo, apostando aun sin llevar las
mejores cartas del juego.
Deseo que los problemas sean retos que al superarlos los
celebremos en esa terraza del bar de la esquina, y cuando no, el haberlo
intentado nos llevara igualmente a una cerveza, esa tan apreciada al final del día,
ya ves, aprendí la lección.
Deseo seguir tomando decisiones sensatas, pero también deseo
esas decisiones así, sin pensar que nos trasladan de repente a una playa, a un
historia absurda que contar y tan difícil de olvidar.
Deseo no poner excusas, siempre habrá limitaciones,
condicionamientos y obstáculos, pero compartidos con una copa de vino, en
pijama y abrazados, el presente determina el futuro.
Deseo cambio de planes sin previo aviso, que cambien el timón
a golpe de sinceras sonrisas y miradas en el infinito.
Deseo que el tiempo que nos queda por delante este dedicado
a descubrir manías, debilidades, mostrarnos las mil y una formas de sonreír, mostrarnos
nuestra versión original.
“Verá, mi pequeña Amelie, usted no tiene los huesos de cristal, podrá soportar los golpes de la vida, si usted deja pasar esta oportunidad con el tiempo su corazón se irá haciendo seco y frágil como mi esqueleto. ¿A qué espera? ande, vaya a por él.”
(Amelie)
“Verá, mi pequeña Amelie, usted no tiene los huesos de cristal, podrá soportar los golpes de la vida, si usted deja pasar esta oportunidad con el tiempo su corazón se irá haciendo seco y frágil como mi esqueleto. ¿A qué espera? ande, vaya a por él.”
(Amelie)
A vivir, a exprimir el jugo de la vida. A exponerse al riesgo de ser feliz, a implicarse con la libertad y con los sueños. La piel tiene que cobrar y hay que regalar tanto y recibir regalos. Adelante, tirate al río, mojate en el charco...que el sol sale todos los días y te secará.
ResponderEliminarOjalá yo tenga la oportunidad de hacerlo.
Asi es, arriesgar sin miedo, dejar el "y si no".
EliminarUn abrazo enorme.
Ya veo que el descansar y desconectarte esta semana de vacaciones te hizo disfrutar. A tal punto de querer desear simplemente el ser feliz.
ResponderEliminarMuy buena descripción bajo tu experiencia de aquella frase "El que no arriesga, no gana". A veces hay que arriesgar para sentirse vivo... Después habrá tiempo suficiente para ver que fue bueno y lo que no (y si lo piensas, seguramente eso malo también deja algo bueno).
Se dice que las palabras tienen fuerza, magia, poder y de allí viene la teoría de las 3D. Y de ser así, que el “descansar” repose tu cuerpo. Que el “desconectar” resetee tu mente. Que el “disfrutar” fortalezca tu espíritu. Y que esa cuarta palabra que añadiste…“desear”… logre germinar tus buenos deseos hasta convertirlos en acción y empezar así, la cruzada de las 4Y… “yo intento”, “yo lucho”, “yo insisto” y el “yo triunfé”.
ResponderEliminarBonitas palabras Juan Carlos, me encanta tu comentario, ¡A por las 4Y!
EliminarUn abrazo.
Que se cumplan todos tus deseos. Yo estoy en favor de apoyar las enfermedades raras y esta de Cristal.Te dejo el enlace del post que hice. http://mariacarmenpiriz.blogspot.com.es/2016/05/residencia-san-andres-de-eibar-con-el.html
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias Maria del Carmen. En cuanto termine hoy de trabajar lo leo. Un abrazo.
ResponderEliminarQué bonito. La verdad es que el amor es eso, todos esos pequeños detalles que nos unen, esos momentos no planeados que se convierten en historias estupendas.
ResponderEliminarUn besillo.