TAN COTIDIANO...
Recuerdo un día de
invierno, de esos fríos en los que madrugar es toda una proeza, un acto de valentía,
como siempre café en mano y radio emitiendo, camino de la ducha y ¡horror! No sale
agua... gesto contrariado.... ¿Qué pasa? La luz, aquí si no hay luz, no hay
agua.... pero no, con tanto frio las tuberías estaban congeladas.
Y una vez más la
contrariedad me enseño a valorar esos gestos tan cotidianos, que casi no nos damos cuenta lo importantes
que son.
Vivimos
persiguiendo aquellas cosas que consideramos excepcionales, sin tener presentes
algunas cosas que verdaderamente necesitamos y que obviamos de forma involuntaria, aquellas tan
cotidianas, dar al interruptor y voilà ¡luz¡, abrir un grifo y voilà ¡agua¡, el
primer café de la mañana, un beso al despertar, sintonizar una emisora, comprar
el pan y el periódico, encender el ordenador y se despliega un mundo delante de
nosotros por lejos que este, y ni que decir tiene lo que me simplifica los
miles de cálculos necesarios para mi trabajo.
Y esos gestos que ya casi se han perdido y tan de nuestros
mayores, un buenos días, una sonrisa, ceder el asiento en un bus ya sea a una
ancianita o una mujer embarazada, hacer
nuestro trabajo con una sonrisa, un “por
favor” cuando
la ocasión lo requiere, un “gracias”... ¡tantos
gestos cotidianos! esos que precisamente por ser tan repetitivos, tan rutinarios
pierden el valor ante nuestros ojos.
Y así es como en un momento si la vida te aleja de la rutina
diaria, comprendes cuanto la necesitas.
Me encanta.Realidades que obviamos y son nuestra felicidad.. besos !!
ResponderEliminarTantas cosas del día a día que damos por hechas y no valoramos.
EliminarBesos¡
Todo hay que valorarlo, las cosas pequeñas hacen el día a día y tienen gran valor y poco se nota. Un abrazo
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