SON DE PAZ
Tantos días
de encuentros, de despedidas tristes y desoladoras otros.
Tantos días
de sol y otros tantos nublados, con sus noches de luna, ahora llena, ahora
menguante, ahora creciente.
Tantas
mañanas ecuánimes que arrasan los
sentimientos enardecidos de las noches.
Fluyendo
todo para protagonizar los acontecimientos de la vida, cuando me ofrece sus
brazos hospitalarios, cuando me arroja con violencia de ellos, cuando me sonríe
amable y generosa, cuando me hace una mueca burlona e indómita.
Adopto la
firme decisión de ponerle montura, meter los pies en los estribos para
afianzarme y cabalgar a lomos de su estela sin remordimientos y a ser posible
con pocas lamentaciones, tratando de aspirar toda la felicidad que se cruce en mi camino, manteniendo el equilibrio para conquistarla otra vez y mil veces si
fuesen necesarias.
A sabiendas
de que intentara lanzarme al vacío, porque a la vida le da igual si la cabalgas
o te quedas estancada mirándola, así que o luchas para no caer o te rindes
embarrada contemplándola pasar, ajena, ella seguirá con su marcha impertérrita.
Caigo una
vez, otra vez…demasiadas veces y golpeo el suelo como una niña exasperada e
impotente ante tanta frustración, consciente de que el globo de la angustia está
cada vez más henchido, entonces solo hay dos salidas: explotar o desinflarse.
Decido dejar salir el aire lentamente y
contemplar como hace piruetas mientras
exhala esa mezcla de rencor y emociones apasionadas.
En ese
estado de agitación me invade la
placentera sensación de que voy en la dirección correcta y entonces me sonríe
el corazón, tomando impulso doy un salto de alegría para subir de nuevo a su lomo aunque hayas perdido la montura, a
pelo, con la confianza y complicidad que se crea entre un jinete con su caballo, agarrada con
suavidad a sus crines y susurrándole al oído: tranquila, voy en son de paz.
No es riqueza ni
esplendor, sino tranquilidad y ocupación lo que te da la felicidad.
Thomas Jefferson.
La vida es como cabalgar a caballo, dando brincos, respirando el aire y caminando hacia adelante sin mirar atrás. Sólo para coger impulso. Un abrazo
ResponderEliminarPreciosas palabras para un cabalgar tranquilo. Las fotos estupendas. Un abrazo
ResponderEliminarY que no dejemos de cabalgar. Un abrazo.
Eliminar¡Muy guay! Me ha gustado un montón. Felicidades por tu trabajo, de verdad.
ResponderEliminarUn saludo.