LA CARA OCULTA

 

¡Ah del pasado!

Nos acompaña en el presente, el que nos gusta y el que no… ¡también! Y seguirá ahí en el futuro, por lo que tendremos que evitar que se convierta en una incógnita imposible de resolver, aunque al despejarla la solución sea simplemente sobrellevarlo.

No te rindas, pelea, eso nos dicen pese a que sepamos que la opción “ganar” es muy remota. Si no vamos a ganar ¿para qué invertir tiempo y esfuerzo en la lucha? Supongo que la respuesta es porque si abandonamos nos queda la duda, ese pequeño y maldito nivel de significación, un 2%, un 5% que nos hace pensar y creer firmemente que nos incluye a nosotros, a nuestra causa.

Que la vida tan encantadora que vemos en instagram, esa de “estoy siempre en el paraíso”, porque ahora es instagram, antes eran los cuentos, las películas de Disney, las que siempre acababan bien, o juntos o uno de los dos muere. Ambos no nos muestran la otra cara, porque la vida como la luna tiene otra cara, o mejor un buen puño que te noquea, te tumba.

Tumbada, sin respiración y con las lagrimas intentando ahogarte tienes dos opciones, la peor ni la pienses quédate con la que te hace recuperar el aliento y levantarte, para volver a este corto viaje llamado vida lleno de vaivenes, de vínculos y perdidas, perdidas que nos dejan bien claro la provisionalidad de los vínculos, esos en los que invertimos tanto cariño.

“Todos somos como la luna brillante, todavía tenemos nuestro lado oscuro”

(Kahlil Gibran)