hilvanando palabras

  Eran las 8 de la mañana, con el sueño aun rondándonos atravesamos la Plaza de Saint Michel, no sin antes tomar un copioso desayuno en Le Deux Magots, en el que tuvieron lugar largas tertulias literarias de los existencialistas o surrealistas… Sartre, Hemingway, Simone de Beauvoir, Breton, Picasso, y tantos otros, admiramos la enorme fuente, y San Miguel sin dejar de luchar con el dragón nos guiño un ojo ¡el día empezaba bien¡ Hoy lunes de escritores, casi nueve años después a una hora menos temprana con la misma bendición del sol de la mañana, sentada en la misma mesa de Le Deux Magots, el café me sabe distinto, aunque conserva el mismo aroma literario, ya lo dijo Sartre “Nada ha cambiado, y sin embargo todo existe de otra manera”. Al mirar al arcángel mi mente le lanzo una plegaria: Guardian, socórreme en mi última lucha. ¿o lo dije en voz alta? Entre bromas y risas nos adentramos por las encantadoras callejuelas del Barrio Latino, ese barrio con “estilo”, del que te conté que...

  “Lo que me hace grande no es lo que me sucede, sino lo que hago con ello”                                S. Kierkegaard Si te empeñas en quedarte ahí, sentada mirando a través de la ventana, no resolverás nada, no intentes cambiar lo que no te corresponde, la vida de los otros te puede parecer peculiar o vulgar, complicada o fácil, pero les pertenece a ellos. Tu solo eres dueña de tu destino y debes elegir la persona que quieres ser, demostrar esa madurez que reclamas para afrontar el problema y seguir viviendo. Pensando que todo se ha derrumbado te mantienes anclada bajo los escombros, viendo pasar a través de los cristales el tiempo y la vida, esa vida abajo continua, nos da señales para que reaccionemos y nos salvemos de nuestras irresponsabilidades y miserias, los que ves pasar sonrientes o cabizbajos arrastran sus errores, sus penas, sus mied...