NO HAY LUCES DE NAVIDAD

 



Como lo leéis, es lógico ya que no hay farolas en las calles mejor dicho carriles, por suerte el mío es de los pocos que esta asfaltado, así que se que es navidad por la publicidad en la tele que dicho sea de paso también es inexistente, raro es el día que pillas algún canal, esto no es un problema porque no soy adicta a ella y siempre puedes verla por internet del que tengo la suerte de disponer de fibra.

Dicho esto, está claro que esta no navidad ni me angustia ni me emociona.

Esta época, que parece que se deleita con nosotros, se ríe, a unos les angustia, a otros les emociona, nos perdona o sentencia, nos hace más solidarios, enterramos rencores, perdonamos y somos perdonados, hacemos buenos propósitos, compartimos, parecemos mejores...pero... ¡Ah! …no perdura, al final se aleja, nos suelta, parece despedirse con un "venga, ya podéis volver a la normalidad, dentro de un año os vuelvo a invadir" (12/12/2015)

Ya no necesito cerrar los ojos para ver una casa encalada de blanco, al despertar el sol se asoma con sigilo por mi ventana invitándome, café en mano (hay placeres que no cambian) a subir a la terraza para darle la bienvenida al nuevo día, saludar al océano y despedirnos de los últimos destellos del faro que durante toda la noche y cada pocos segundos ha estado proyectando sobre ella.

Y respiro, respiro calma y silencio, sin prisas, deje de tener prisa, la vida no es una carrera, te pone varios caminos en distintos momentos para que te deleites paseando, pero hay que escoger uno, este ultimo no lo tuve fácil, reconozco que en ocasiones me dominó el miedo y la comodidad anclada, finalmente dude lo necesario, identifique lo importante, eliminé lo superfluo y desanclé la falsa comodidad, puse en el maletero un poco de coraje, bastante voluntad y mucha ilusión.

Un nuevo rumbo, un nuevo destino, un nuevo capítulo… que empezó hace unos cinco meses y cada vez se pone mas interesante, en el que ya no quiero casi nada, solo ternura y amigos; buenas palabras y unas cuantas carcajadas; un trozo de cielo cuajado de estrellas y otro de océano para pasear; libros y música; largas sobremesas y charlas junto a la chimenea; calma ante el dolor y derroche de alegría para lo bueno; emocionarme hasta el llanto cuando algo lo merezca e ignorar lo que no y que se aparten los malhumorados y egoístas.

No hay luces de navidad, no hay alumbrado en las calles, no hay comercios…no hay casi nada, pero tiene casi todo lo que necesito.



 

“Llega un momento en que es necesario abandonar las ropas usadas que ya tienen la forma de nuestro cuerpo y olvidar los caminos que nos llevan siempre a los mismos lugares. Es el momento de la travesía. Y, si no osamos emprenderla, nos habremos quedado para siempre al margen de nosotros mismos.” (F. Pessoa)

 


Comentarios

  1. Para ser grande, sé entero: nada

    tuyo exageres o excluyas.

    Sé todo en cada cosa. Pon cuanto eres

    en lo mínimo que hagas.

    En cada lago así la luna entera

    brilla, porque alta vive.

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