¿PREMONICIÓN?
Con duende (hilvanandomomentos.blogspot.com)
Mirad, ya se acerca el tres con sigilo para desplazar al dos,
viene altanero, rebosante de no sabemos aún qué, intuimos que habrá comedias y
dramas, saludos y despedidas, realidades y sueños.
Pongo la mano en la frente a modo de visera para otear algo
del futuro, desisto, lo que sea será, no olvidemos el pasado, pero solo añorarlo
lo justo, centrémonos en el presente para que no pase desapercibido.
No voy a prometer nada, no habrá nuevos propósitos, bueno
algunos nimios que se harán un hueco en mis nuevas rutinas, porque cuando
despierto mis sueños no se desvanecen, están aquí hechos realidad, la ilusión crece
junto a las rosas del jardín, no pediré nada porque este presente fue en un
pasado un futuro con pinta agradable para quedarse, salpicado de matices que
marcan la diferencia entre el ruido y la melodía, entre las dudas y el miedo,
entre dejar que las cosas pasen y hacer que las cosas sucedan.
Solo pido estar fuerte por si en algún momento la vida no me
trata con cariño.
Atrás quedo la impaciencia, perdí la i de… ¿inseguridades? Y
la m de… ¿miedos?
Las cosas nunca vuelven a ser como antes, ya lo decía Machado
“…se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar…”; yo no volveré a ser la de
antes ¡menos mal! Porque es triste quedarse estancado, sin crecer.
En este año he obtenido casi todo lo que creí un sueño con
grandes dosis de incertidumbre de hacerse realidad, pero el año me dijo ¡AMÉN!,
y me dejó sin mucho que pedir al próximo, excepto salud para disfrutarlo. Y si obtengo nuevos resultados que sean acordes con mi sentir y no con lo que se espera de mí.
No tengo la presión de un principio que todo comienzo de año nos impone, ya tuve mi principio allá por julio.
Os deseo ¡FELIZ 2023!
Comentarios
Publicar un comentario