"CALLADITAS (NO) ESTAMOS MAS GUAPAS"
Mi abuela María siempre vestida de negro, con su velo también
negro, sobre el pelo largo cano recogido en un moño bajo, como tantas mujeres
de mi infancia, de mi pueblo, de muchos pueblos, mujeres que no pueden leer ni
escribir, mujeres que empezaban a perder el miedo a hablar, el miedo a la crítica.
Mujeres que sabían que tenían que empezar a pedir lo que es
suyo y de sus hijos.
Mujeres que empezaban a recorrer ese arduo camino hacia su
desarrollo, su libertad, su independencia, ya intuían que debía de llegar de y
a través de ellas.
Mujeres que empezaban a tener esperanza en el futuro, porque
ellas se estaban empapando de una vitalidad y creatividad hasta entonces
desconocida, que las hacia levantarse, andar, para conquistar el lugar que como
personas les correspondía en el mundo, su derecho a acceder a todos los ámbitos
sociales y sobre todo culturales.
Esas mujeres que casi como las del Tercer Mundo, sembraban,
transportaban el agua en cantaros de la fuente cercana, cuidaban de los
animales, cuidaban de la familia, y aun así se las consideraba inferiores.
Esas mujeres que “a pesar de” no perdían la sonrisa, al
servicio del marido y de los hijos (en un programa escuche a Antonio Muñoz
Molina decir que él, que llevaba a casa revistas revolucionarias y manifiestos
comunistas, al levantarse no hacia la cama, ni retiraba el orinal…¡ya veis!)
Mujeres que poco a poco nos empezaron a tejer un destino muy
diferente de juegos y escuela, la universidad podía ser una realidad.
¿Hemos recorrido el camino? Para las mujeres de mi pueblo,
de muchos pueblos, el tramo que queda es corto, soy optimista, veo el final…pero…soy
realista…
En otro pueblo, en muchos pueblos, las mujeres no pueden
leer ni escribir, siembran, transportan el agua que a diferencia del mío, no es
cristalina ni les queda cerca, no solo se trata de cuidar a la familia… cuidan
de mantenerla con vida… y son socialmente inferiores, no hace falta leer El
segundo sexo de Simone de Beauvoir (¡de 1949¡) para saber que están excluidas
de lo público, reservando al hombre los beneficios de la civilización.
Mujeres que tendrán que aprender a tejer un destino de
juegos y escuela… pero ¡ay¡ las condiciones no le son favorables.
Y nosotros, mujeres y hombres, tendremos que coger agujas y lana y ayudarlas en la labor, no nos quedemos inmóviles al borde del camino, como dijo Aung San Suu Kyi: "Utiliza, por favor, tu libertad para promover la nuestra."
"La única prisión verdadera es el temor, y la única libertad verdadera es la libertad del temor"
(Aung San Suu Kyi)
Me ha encantado. Sobre todo esa frase final muy buen elegida que lo resume todo. Genial.
ResponderEliminarUn besillo.
Asi me pareció, que era la mejor frase.
EliminarUn abrazo María
Tantas que han luchado por los derechos que ahora tenemos. Por eso, ahora no podemos dejar de luchar para que todas las mujeres del mundo disfruten de la libertad, de la igualdad y de los derechos humanos que les corresponden. Hasta aquí hemos llegado.
ResponderEliminarGracias por estar ahí Elisenda. Cierto que hemos avanzado, pero aun queda camino por recorrer...debemos luchar, por ellas, por nosotras y por las que vendrán. Un abrazo
EliminarAdmiración
ResponderEliminarPor tantas mujeres que lucharon y silenciaron la historia.
EliminarUn abrazo Maria
Este día que pasó nos sirve para recordar a todas esas mujeres que no sabía leer ni escribir, pero no todas pero algunas se revelaron y pudieron poner su granito de arena para conquistar poco a poco el mundo que la sociedad les relegó al olvido. La frase final recoge todo el mundo de luchas y nos ayuda a poner nuestro granito a esa conquista que aunque parece ya conquistada queda mucho por hacer. Un abrazo
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